En el año 1978, nuestras hermanas mayores iniciaron una monacal confitería, dando comienzo a la fabricación y venta de nuestros primeros y más tradicionales productos.
Ellas sentaron las bases de lo que siempre ha sido y es el criterio de nuestra forma de trabajar: la selección de las mejores materias primas y una elaboración manual, cuidada, llena de paciencia y delicadeza.
A lo largo de 40 años hemos podido añadir un ingrediente básico a nuestros productos: la experiencia.
Ella nos ha permitido poder ofrecer una gama cada vez más amplia de dulces, y responder, de esta manera, al gusto del cliente que se acerca a las tiendas de nuestros conventos.
Durante muchos años la repostería ha sido nuestro trabajo principal; la total dedicación a la elaboración artesanal de pastas de té, bombones, tartas, etc. nunca nos había hecho pensar que la artesanía pudiera ser un trabajo para nosotras. Sin embargo, la necesidad de ingresos para sostener una comunidad tan numerosa, dio pie a esta iniciativa no buscada pero que ha tenido una calurosa acogida.
En un mundo desencantado y que a menudo siente frío, donde las personas pasan unas junto a otras como viajeros con la mirada distraída y el gesto impersonal, en una sociedad que tantas veces ha dejado de lado la ternura, urge llevar a todos el amor tierno y misericordioso de Jesús. Nuestra artesanía quiere llevar una pequeña luz de ternura y esperanza a cada hogar a través de un gesto tan sencillo y cotidiano como hacer un regalo.
Cada uno de nuestros productos es ocasión para ofrecer una palabra de vida, una imagen que despierte una sonrisa, un mensaje que atempere el corazón, que lo llene del ánimo que es capaz de afrontar el día a día. Todos los artículos llevan detrás la oración y la vida de la comunidad. Nada saldría adelante sin el trabajo en comunión de todas las hermanas.
OTRAS IDEAS PARA REGALAR
NUESTRAS TIENDAS
En nuestro caminar, el Espíritu Santo con su Providencia siempre nos ha precedido con su actividad y generosidad; todo lo hace de un modo inesperado y de una forma nunca imaginada. Hace unos años, se nos ofreció la posibilidad de vender nuestros productos en el centro de Valencia y de Burgos durante la Navidad. Animadas por la gran acogida que tuvimos, no solo de nuestra repostería, sino también de la artesanía, nos hemos lanzado, llenas de ilusión, a la apertura de las tiendas ‘Iesu’ en Valencia y Burgos.
El hombre tiene en lo profundo de su corazón una íntima nostalgia: sed de Dios. A esa nostalgia profunda ha de llegar el anuncio de la victoria del Resucitado. La Iglesia, que es maestra de evangelización, ha sabido anunciar en cada cultura la Buena Noticia a quienes lo esperan aun sin saberlo, a quienes parecen más lejanos, más indiferentes. Nuestra presencia en las tiendas se hace misión al permitirnos entrar en contacto con tantos que posiblemente nunca se encontrarían con el Evangelio de otro modo.
PAGO SEGURO
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TARJETA DE CRÉDITO
Mastercard / Visa / Bizum
DEVOLUCIONES
14 días en productos no alimenticios ni personalizados